Pocas obras cambian el juego tan inmediatamente como la novela de Jeff VanderMeer de 2014 AniquilaciónLa primera entrega de la trilogía Southern Reach de la autora presentó a los lectores el Área X, un lugar extraño y no especificado que desafía todos los intentos de los científicos por documentarlo. La novela narra lo que se designa como el duodécimo intento de explorar el Área X por parte de cuatro mujeres anónimas, que termina en catástrofe.
Con Aniquilación y sus secuelas Autoridad y AceptaciónVanderMeer creó la obra definitiva de ficción especulativa sobre el cambio climático, una trilogía que combina la ficción extraña y el ecoterror para crear una experiencia inolvidable. Y está a punto de volverse más extraña, ya que VanderMeer vuelve a visitar Southern Reach este otoño con Absolución.
Para celebrar el décimo aniversario del Área X y el próximo AbsoluciónLa trilogía original de Southern Reach se está reeditando con hermosas portadas nuevas y nuevas introducciones de eminencias literarias. A continuación, puede leer la primera de ellas: La nueva introducción de la aclamada autora Karen Joy Fowler para Aniquilaciónuna celebración de uno de los escenarios más indelebles e incognoscibles que nos ha cautivado en mucho tiempo.
Dejar que la comprensión se detenga en lo que no se puede entender es un logro elevado. Aquellos que no puedan hacerlo serán destruidos en el torno del cielo.
—Zhuangzi (traducido por Ursula K. Le Guin)
Durante la mayor parte de mi vida como lector, el realismo mimético fue el estilo literario más admirado por críticos, reseñistas y profesores. Las diversas literaturas fantásticas, esos relatos que priorizan la imaginación del escritor por encima de la experiencia vivida, han sido, por razones que no me quedan claras, sospechosas: o bien infantiles, o bien escapistas, o bien carentes de sutileza o bien deficientes en caracterización. El hecho de que a menudo no sean ninguna de estas cosas tuvo poco impacto en su recepción. Afortunadamente, esto ha cambiado.
Mi apego a lo imaginario ha existido durante toda mi vida, pero ya era adulta cuando me di cuenta de que mi placer a menudo dependía en gran medida del entorno. Las historias fantásticas son las únicas que pueden tener lugar en cualquier lugar. Algunos de mis ejemplos favoritos, encontrados casi al mismo tiempo que esta revelación: “Venecia ahogada”, de Kim Stanley Robinson, una historia ambientada, como sugiere el título, en un futuro en el que la ciudad de Venecia está completamente bajo el agua; “El borde del mundo”, de Michael Swanwick, que tiene lugar en ese lugar imaginario donde una vez se temió que los barcos pudieran navegar por el borde y salir del mundo por completo; En esta forma estamosde Jonathan Lethem, donde el escenario de una sorpresa final (alerta de spoiler) resulta ser el interior extrañamente grande del caballo de Troya. Aunque estas historias funcionan maravillosamente en todos los demás aspectos, es el poder imaginativo de sus ubicaciones lo que primero desencadena ese zumbido en mi cerebro.
El Área X es una incorporación relativamente reciente a este territorio expansivo y emocionante, un mundo de texturas profundas y una rica imaginación. En su forma más básica, la trama de Aniquilación No es algo desconocido. Un pequeño grupo de exploradores se adentra en un desierto desconocido. Le siguen peligrosas aventuras. Al encontrar esta situación en las primeras páginas, el lector podría sentirse perdonado por sentir algo de la comodidad del reconocimiento. Más que familiar, la trama es clásica. Las minas del rey Salomón, Horizonte perdido, El hombre que queria ser rey.
Esa sensación de comodidad no durará mucho. El lector pronto se dará cuenta de que está inmerso en el terreno de la imaginación de otra persona. Si, como dijo John Gardner, la buena escritura es “un sueño vívido y continuo”, Aniquilación Pronto se siente más como una alucinación.
En este primer libro del ambicioso y magistral proyecto de VanderMeer (ya van cuatro y contando), lo que sabemos en realidad sobre el Área X no es mucho. Ha quedado separada del resto del mundo por una frontera invisible; se ha perdido toda comunicación con las personas que vivían anteriormente en la región, al igual que la propia gente.
Se han hecho repetidos esfuerzos para explorar y cartografiar el Área X. La misteriosa agencia conocida como Southern Reach ya ha enviado varias expediciones. Estas expediciones anteriores tuvieron finales desastrosos. Se desconoce por qué Southern Reach persiste en estos intentos. Casi todo sobre Southern Reach sigue siendo desconocido por ahora.
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Una de las características principales del Área X es un antiguo faro, que expediciones anteriores han señalado y cartografiado. Parece que alguna vez fue el escenario de una terrible batalla. Hay una segunda característica, que no se ha señalado ni cartografiado anteriormente. Esta característica funciona como una especie de espejo del faro, y nuestro narrador insiste en llamarlo torre, aunque su parte superior está al nivel del suelo y las escaleras conducen hacia abajo. El resto de la expedición se refiere a ella como un túnel, y esta diferencia de percepción enfrenta a la narradora con sus compañeros de viaje de maneras que solo se profundizarán.
La característica más atractiva de la torre está escrita en sus paredes. Allí aparecen palabras, frases en inglés, que parecen ser de naturaleza biológica, fúngica. Las frases tienen una cadencia casi bíblica y las palabras casi tienen sentido, pero no del todo. La torre parece respirar y tal vez esté viva.
Aparte de estas dos características destacadas, la mayor parte del Área X es ahora un desierto, un desierto desconcertante en el que todo parece posible. A pesar de la desorientación del narrador, que ahora comparte el lector, el texto es profundamente inmersivo. Las descripciones de VanderMeer son detalladas: sonidos y vistas, animales y plantas, todo ello increíblemente vívido en sus imágenes y prosa.
Y todo lo que hay aquí tiene el mismo interés: las ruinas de las casas, la aparición y las actividades de los insectos, los canales, los delfines, las escaleras, las piedras. El texto exige una especie de atención intensa por parte del lector, una energía de compromiso que está a la altura de la energía de la escritura. Como estrategia narrativa, la especificidad de los detalles sirve para situar al lector en una historia que, de otro modo, estaría llena de incertidumbres. Puede que no sepamos qué está pasando exactamente, cómo o por qué, pero siempre sabremos dónde estamos.
La impresión general del Área X es de una abundancia impresionante. El paisaje es bello y peligroso a la vez, como siempre lo es la naturaleza. Pero aquí esta misma fecundidad es amenazante; amenaza con abrumar. El Área X está en un proceso de renovación que parece incluir la eliminación de todos los artefactos restantes del impacto humano. El Área X está dejando ahora su marca en los humanos que entran en ella, en lugar de lo contrario. Su marca puede ser mortal o no, pero siempre es transformadora.
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El poder arquetípico de imágenes como el faro y la torre, junto con la falta de nombres propios para el grupo de exploradores, puede tentar al lector a recurrir a la alegoría. Creo que es un juego de tontos. No es que no se pueda hacer funcionar una decodificación referencial, sino que muchas otras decodificaciones también funcionarán. Intentar encontrar una clave no mejorará ni aclarará el texto. Sin embargo, hay dos cosas que me parecen esenciales en esta obra.
La primera, que sin duda es una de las principales preocupaciones del libro, es la relación adecuada de los seres humanos con la naturaleza. Los seres humanos estamos acostumbrados a caminar con maestría por el mundo. Hay otros depredadores máximos, por supuesto, y la naturaleza no tiene obligación de mantenernos a salvo. También somos presa de ataques bacterianos, cánceres y otras enfermedades, amenazas. Los peligros son grandes y pequeños, pero el hecho de que tantos animales huyan al vernos nos ha permitido disfrutar de una sensación de nuestra propia primacía. Estamos acostumbrados a que nos vean. Estamos acostumbrados a vernos a nosotros mismos como poderosos. Estamos acostumbrados a sentir que estamos por encima del mundo natural, en lugar de dentro de él. En el Área X, nada de esto funcionará. Este es un paisaje que se niega a complacer las pretensiones de nadie.
Un segundo aspecto esencial del libro es la incertidumbre que lo invade todo. La incertidumbre es el sello distintivo de cada elemento de esta historia, no sólo en el impredecible y desconcertante mundo del Área X, sino también en la dinámica social de las relaciones humanas a ambos lados de la frontera. Los pensamientos y las percepciones de la narradora son sospechosos incluso para ella misma. Parece actuar de buena fe, tratando de ser una guía fiable, salvo que no puede estar segura de quién era ni de en quién se ha convertido. No puede estar segura de ver las mismas cosas que ven los demás. Ni siquiera puede estar segura, con seguridad, de estar viendo lo que cree que está viendo.
Las palabras escritas en los muros de la torre son una manifestación de esta incertidumbre. El lector espera en vano que se le revele su significado, que las palabras perfectamente comprensibles comuniquen un todo perfectamente comprensible. La cuestión de si siquiera se pretende que sean una comunicación también sigue abierta.
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El proyecto de comprender nuestro mundo está menos avanzado de lo que podríamos imaginar, a pesar de todos los años que llevamos en ello. Incluso nuestros propios cuerpos siguen siendo un misterio para nosotros. Ningún otro libro capta tan bien este hecho: vivimos dentro de una comprensión de las circunstancias que es parcial en el mejor de los casos y errónea en el peor. A pesar de todos nuestros esfuerzos, nuestras observaciones, nuestros experimentos en curso, incluso cuando se llevan a cabo con cuidado y rigor, el mundo sigue siendo en gran medida incognoscible para nosotros. Podemos crear narrativas lógicas, plausibles, incluso predictivas, pero son meras hipótesis. Pensar que hemos alcanzado, o que algún día podremos alcanzar, una claridad completa, y mucho menos doblegar el mundo a nuestra voluntad, sobrestima enormemente nuestros poderes. Esperar certeza es simplemente otro ejemplo de la arrogancia humana.
Y, sin embargo, a veces, incluso con frecuencia, se nos exige que actuemos. Sabemos que no sabemos lo suficiente y que, de todos modos, debemos actuar.
Se trata de un imperativo claro en relación con la crisis climática, pero también es una evaluación justa de la condición humana, duradera y eterna. Las decisiones siempre se han tomado con información incompleta y la historia está llena de ejemplos de acciones basadas en creencias que no eran tanto incompletas como absurdas.
Vivir en medio de la incertidumbre es inevitable. Reconocerla es vivir como adultos. Aniquilación Es un libro para adultos.
Nuestra crisis climática es un subtexto no declarado pero evidente a lo largo de este fantástico y fantástico libro. La mejor manera para que los humanos, como individuos y más aún en conjunto, vivan en concordancia con el resto del mundo es quizás la pregunta más importante de nuestro tiempo y probablemente seguirá siéndolo. Y así Aniquilaciónque habla de manera tan poderosa y memorable sobre este mismo tema, es probable que siga siendo un libro adaptado exactamente al momento actual durante las próximas décadas.
Extracto de ANNIHILATION: A Novel de Jeff VanderMeer. Publicado originalmente en 2014 por Farrar, Straus and Giroux. Edición de bolsillo del décimo aniversario, MCD / Picador 2024. Copyright © 2014 de VanderMeer Creative, Inc. Copyright de la introducción © 2024 de Karen Joy Fowler. Todos los derechos reservados.